Muchos de los estudios, casi todos los casos de éxito y las tendencias coinciden en que los grandes retos logísticos tienen como temas recurrentes la automatización, la rapidez en envíos y procesos, así como una sostenibilidad que cruza todas las aristas de la cadena de suministro.
Ya hemos mencionado en ocasiones anteriores las oportunidades que trae consigo el 2021 para la logística en las industrias y los consumidores.
Hoy hablaremos del papel trascendental del almacén dentro de la cadena logística.
En una época marcada por la flexibilidad e incertidumbre del mercado, y donde todos estamos más conectados y tecnologizados que nunca, el almacén y sus dinámicas deben ser más versátiles y anticiparse a situaciones adversas, para convertirse en un aliado estratégico que muchas de las veces es decisivo en el éxito de nuestras estrategias.
El almacén es todavía más crucial ante las demandas e importancia del consumidor actual, quien reina en todo momento en la cadena de producción y sobre él se erige el crecimiento constante de una economía bajo demanda.
Así, la revolución de la logística de distribución ha ido en una espiral en crecimiento e innovación constantes.
Quien sepa tomar ventaja de los retos que demanda una logística de almacén competitivo irá siempre un paso adelante en un escenario económico y de producción cada vez más incierto.
Logística espacial adecuada
En el almacén es donde nace la magia. Allí llega nuestra mercancía y es canalizada para su entrega a los consumidores finales. Cada vez más rápido y cada vez mejor.
Los primeros retos de los que hablaremos tienen que ver con el espacio físico y las posibilidades que tenemos de cumplir nuestros objetivos comerciales con las herramientas que podemos tener en los almacenes inteligentes actuales.
Automatizaciones permanentes:
El llamado almacén 4.0 basa mucho de su operatividad en una automatización que permita eficientar recursos y abaratar costos.
En este ámbito juegan un papel trascendental herramientas en infraestructura física como transportadores y elevadores especiales, así como softwares de control que permiten tener inventarios más eficientes y controlados; y también softwares de gestión que nos faciliten los procesos administrativos y de diversas índoles dentro de nuestra cadena logística.
Información y control:
un almacén es un espacio físico que debe tener un tráfico perfectamente planificado, a través de un abastecimiento y control de inventarios eficiente y total.
Esto también nos ayuda a ahorrar tiempo en todos los procesos y aumentar significativamente la satisfacción del cliente.
Inventario y espacio:
Es importante gestionar condiciones favorables para que nuestros almacenes omnicanal funcionen de mejor manera.
Así, cuidaremos no tener un exceso de inventario con mercancía acumulada que nos ayude solo a tener fugas de capital y de tiempo.
El tener almacenes omnicanal nos permitirá reducir inventarios, tener una mayor y mejor visibilidad de la disponibilidad de mercancías. También nos ayuda a gestionar de mejor manera el sistema de pedidos y los procesos que involucran la logística inversa.
En este punto es también indispensable tener una planificación constante de nuestro espacio en el almacén, con rutas de selección y diseño de anaqueles.
Procesos sólidos, almacén confiable en la logística
Los procesos mediante los cuales se vincula el almacén tienen que tener varias necesidades en la mira.
La digitalización que promueve el almacén 4.0 permite, entre varias cosas que analizaremos, una trazabilidad que ayuda a cumplir los niveles de satisfacción cada vez más estrictos.
Rapidez y servicio:
Las entregas ultrarrápidas son algo cada vez más frecuente, y los almacenes deben contar con todos los procesos y espacios para poder soportar esta oferta y demanda.
Así, los operadores logísticos tienen una vinculación cada vez más fuerte y hoy más que nunca. Esto en torno a la satisfacción total del cliente, quien dicta los pormenores de la entrega.
Enfoque integral:
Así, la logística inversa tiene de nuevo un papel muy importante, por lo que es necesario contar con un departamento que se avoque a la gestión y ejecución de estos procesos.
El almacén debe tener lo necesario para gestionar un ambiente con el dinamismo entre los procesos necesario para que haya una cantidad mínima de mermas, y haya siempre un sentido de perfectibilidad en todos los puestos, procesos y dinámicas.
Tiempos muertos:
La profesionalización de todos los procesos de nuestro almacén nos permitirán no tener tiempos muertos y propiciar una fluidez de nuestra cadena de producción, cada vez más controlada y mejor analizada.
Esto nos permite, a su vez, tener una mejor visibilidad de nuestros procesos. Y esto nos permite también pronosticar puntos futuros para nuestro almacén, como la demanda y a su vez el mencionado gasto de almacenamiento y futuras pérdidas.
Todo esto no será posible sin un personal calificado en el uso de estas nuevas tecnologías.
El perfil humano tiene una gran presencia en los almacenes del futuro, ya que complementa la plataforma automatizada que establece el almacén 4.0, haciendo énfasis en perfeccionar los procesos y quitar excesos de procedimientos, y permitiendo a la vez una agilidad renovada en nuestros espacios y en los procesos que los comunican con el exterior.
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